domingo, 17 de marzo de 2013

A veces, delante de la hoja en blanco, tienes la sensación de entrar en un largo y oscuro túnel. En él te enfrentas a lo mejor y a lo peor de ti mismo y es en el preciso instante de tu rendición, en el preciso instante en que te deshaces de todo aquello que te ata, en el preciso instante en que te quedas desnudo ante ti mismo redescubriendo tus propias miserias, cuando descubres qué camino hay que elegir. Qué bello es reconocer nuestras propias debilidades.


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